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  • Foto del escritorThais Aguilar

Día Mundial de la Salud Mental: Cómo una Mala Gestión puede Llevar a una Discriminación


La igualdad en el lugar de trabajo es un principio fundamental que promueve la equidad y el respeto hacia todas las personas colaboradoras, independientemente de su género, raza, orientación sexual, discapacidad o cualquier otra característica personal. Sin embargo, solemos no tomar en cuenta o en muchas pasar por alto una forma insidiosa de discriminación laboral, la discriminación basada en la salud mental.


La salud mental es un componente esencial del bienestar del personal de colaboradores y, cuando se descuida, puede convertirse en un obstáculo importante para el logro de la igualdad en el ámbito laboral.


Lamentablemente, en la identificación y abordaje de las diversas brechas de género, la salud mental podría ser pasada por alto y, por ello, aprovechando que los 10 de octubre es el Día Mundial de la Salud Mental, quiero hablar de cómo lidiar con este flagelo que afecta a una gran cantidad de personas en nuestras sociedades.


La Discriminación Basada en la Salud Mental


La discriminación basada en la salud mental se manifiesta de diversas maneras en el entorno laboral. A menudo, las personas colaboradoras que enfrentan problemas de salud mental, como depresión, ansiedad, trastorno bipolar o estrés postraumático, pueden ser objeto de estigmatización y prejuicios por parte de sus compañeros de trabajo, superiores y empleadores. Esto puede dar lugar a una serie de problemas, que incluyen:


1. Despidos injustificados: Colaboradores con problemas de salud mental a menudo son despedidos sin justificación adecuada, lo que es contrario a los principios de igualdad en el empleo.


2. Falta de promoción y oportunidades de desarrollo: La discriminación puede impedir que las personas con problemas de salud mental avancen en sus carreras, a pesar de su competencia y habilidades.


3. Trato desigual en el lugar de trabajo: Personas colaboradoras pueden experimentar trato injusto, aislamiento o ser excluidos de actividades laborales importantes debido a su salud mental.


4. Acceso limitado a beneficios y apoyo: Algunos empleadores pueden restringir el acceso a beneficios de salud mental o no proporcionar suficiente apoyo para aquellos que lo necesitan.


5. Ambiente de trabajo tóxico: Un entorno laboral que no aborda adecuadamente la salud mental puede ser perjudicial para la productividad y la moral de todo el equipo.




Discriminación por género y otras condiciones


La discriminación basada en la salud mental puede tener un impacto particularmente perjudicial en las mujeres trabajadoras y otros colectivos debido a varias razones.


A menudo, ellas enfrentan estereotipos de género arraigados que pueden aumentar el estigma en torno a las enfermedades mentales. La percepción tradicional de que las mujeres son emocionales o menos capaces de manejar el estrés puede llevar a un mayor estigma cuando se enfrentan a problemas de salud mental.


Además, ellas enfrentan presiones adicionales en el trabajo, como la doble jornada laboral que implica equilibrar las responsabilidades laborales y domésticas, y esto puede aumentar el estrés y la ansiedad, lo que, a su vez, puede desencadenar problemas de salud mental.


Por otro lado, está demostrado que la brecha salarial entre hombres y mujeres también puede contribuir a problemas de salud mental en mujeres trabajadoras. La percepción de estar subvaloradas o mal remuneradas puede tener un impacto negativo en la autoestima y la salud mental de las mujeres.


Asimismo, ellas son más propensas a enfrentar acoso y discriminación en el lugar de trabajo, lo que puede desencadenar o empeorar problemas de salud mental. El acoso sexual, la discriminación de género y otros tipos de hostigamiento pueden tener efectos devastadores en la salud mental de las mujeres.


Eso genera también un acceso desigual a servicios de salud mental y es común que, en algunas culturas o regiones, las mujeres pueden enfrentar dificultades adicionales para acceder a servicios de salud mental adecuados. Estas barreras incluyen estigmatización cultural, falta de recursos disponibles y limitaciones financieras.



¿Cómo abordar este tipo de brechas?


Para abordar este problema es esencial que las empresas e instituciones tomen medidas específicas para garantizar la igualdad de género y promover la salud mental de sus empleadas. Esto puede incluir:


1. Educación y sensibilización: Impartir capacitaciones e implementar programas de sensibilización que aborden abiertamente los estereotipos de género y el estigma relacionado con la salud mental.


2. Flexibilidad laboral: Proporcionar opciones de trabajo flexible, como horarios de trabajo ajustables y la posibilidad de trabajar desde casa, para ayudar a las mujeres a equilibrar sus responsabilidades laborales y familiares.


3. Promoción de políticas inclusivas: Implementar políticas de igualdad de género y no tolerancia del acoso en el lugar de trabajo y asegurarse de que se apliquen de manera efectiva.


4. Apoyo a la salud mental: Ofrecer acceso a programas de apoyo en salud mental y servicios de asesoramiento, y garantizar que las mujeres trabajadoras se sientan respaldadas al buscar ayuda.


5. Liderazgo inclusivo: Promover la diversidad de género en los niveles de liderazgo de la organización, lo que puede ayudar a crear una cultura inclusiva y más equitativa.


Impacto en la igualdad laboral


La discriminación basada en la salud mental no solo afecta a las personas que la experimentan, sino que también socava los esfuerzos para lograr la igualdad en el lugar de trabajo. Cuando se permite que esta forma de discriminación persista, se perpetúan los estereotipos y los prejuicios, lo que dificulta la creación de un ambiente laboral inclusivo y diverso.


Las empresas e instituciones tienen la responsabilidad de abordar activamente la discriminación basada en la salud mental y promover un entorno en el que todos los empleados sean tratados con respeto y comprensión. Esto puede lograrse a través de políticas y programas que fomenten la conciencia de la salud mental, la capacitación en inclusión y la promoción de un ambiente de trabajo que apoye a todos sus miembros.


Abordar la discriminación basada en la salud mental en mujeres trabajadoras es crucial para lograr la igualdad de género en el lugar de trabajo y promover la salud mental de todas las empleadas. Al tomar medidas proactivas y crear un entorno de trabajo inclusivo, las empresas e instituciones pueden desempeñar un papel vital en la eliminación de esta forma de discriminación y en la promoción del bienestar de sus empleadas



Conclusión


La salud mental es una parte esencial del bienestar de las personas colaboradoras y su discriminación en el lugar de trabajo es una forma sutil pero destructiva de desigualdad laboral. Para avanzar hacia la igualdad en empresas e instituciones, debemos reconocer y abordar esta problemática. Al promover la conciencia y la inclusión en torno a la salud mental, podemos trabajar juntos para crear un ambiente laboral más equitativo, donde cada persona colaboradora sea valorada y respetada por su singularidad, incluida su salud mental.

Y es fundamental abordar con perspectiva de género e interseccionalidad esta realidad que afecta cada vez más a empresas y organizaciones, tomando en cuenta a diferentes poblaciones y colectivos que integran la fuerza laboral.

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